

Si no has recogido un animal indefenso en la calle y le has alimentado, te has perdido ver los ojos más bellos del mundo, los de la gratitud.
Desaprendamos todo lo que nos alejó de aquellos días en que veíamos a los demás animales como iguales.
Si no has recogido un animal indefenso en la calle y le has alimentado, te has perdido ver los ojos más bellos del mundo, los de la gratitud.
Desaprendamos todo lo que nos alejó de aquellos días en que veíamos a los demás animales como iguales.